En el pasado, las bombas de vacío industriales eran sinónimo de alto arrastre de aceite, ruido excesivo y costos de energía prohibitivos. Paralelamente a los desarrollos en otras tecnologías de movimiento de aire, las bombas de vacío han experimentado recientemente avances sustanciales en términos de fiabilidad, rendimiento, funcionamiento silencioso y economía de energía.
Para ayudar a los usuarios finales a seleccionar el mejor tipo de equipo para su aplicación, aquí hay una breve descripción de los principios operativos y desarrollos actuales en las cuatro categorías principales de bombas de vacío industriales.
Paleta rotativa
Operando según el principio simple de la fuerza centrífuga que actúa sobre un rotor montado excéntricamente con aspas radialmente móviles, esta tecnología probada y comprobada ha sido objeto de una serie de innovaciones de diseño para mejorar el rendimiento y reducir los costos operativos totales. En comparación con las generaciones anteriores, la demanda de energía con el mismo flujo de volumen ahora es aproximadamente un 15% menor.
En general, las últimas unidades son más compactas, con niveles de ruido de 3 a 5 dB (A) más silenciosos que sus predecesores. Ahora también pueden funcionar a temperaturas más bajas, lo que protege la consistencia del aceite y extiende la vida útil y los intervalos de mantenimiento.
La confiabilidad de estas máquinas ubicuas es atribuible a su construcción básica y resistente y a la buena retención de aceite en todas las presiones de operación. En los últimos diseños, las bombas incorporan canales de inyección internos. Esto reduce la cantidad de juntas y la cantidad de tubería externa requerida. En algunos casos, el número de componentes se ha reducido hasta en un 20%, minimizando aún más el riesgo de fugas y fallas posteriores.
Capaz de una presión máxima entre 0.1 y 0.5 mbar, las bombas de vacío de paletas rotativas son adecuadas para embalaje, carpintería, plásticos, papel e impresión, manejo de materiales y otras aplicaciones exigentes.
Anillo líquido
El vacío de anillo líquido se considera la tecnología óptima para manejar cargas de vapor extremas y bombear gases húmedos o secos con una alta tolerancia al arrastre de líquidos, especialmente en procesos condensables como destilación, secado y evaporación. Las bombas de una etapa tienen una muy buena eficiencia por encima de 200 mbar y son ideales para aplicaciones de procesos generales como filtración y desagüe, bombeo o tareas de evacuación.
Las bombas de anillo líquido están equipadas con un impulsor de cuchilla fija, ubicado excéntricamente dentro de una carcasa cilíndrica. A medida que gira el impulsor, la fuerza centrífuga expulsa el líquido (generalmente agua) para formar un anillo líquido alrededor de la circunferencia de la carcasa. Esto sella las puntas del impulsor y crea cámaras de gas cerradas separadas entre cada paleta.