Será conveniente centrarse primero en el torque requerido. Un reductor aumenta el torque de un motor y, por consiguiente, permite que un elemento receptor gire bajo el efecto de un nuevo torque. Los fabricantes de reductores pueden indicar, para cada uno de sus productos, el par mínimo y máximo —expresado en Newtons metro, o Nm— que pueden soportar. La densidad de par varía en función de los reductores. Por ejemplo, los reductores planetarios tienen una alta densidad de par.
Puesto que la segunda función de un reductor es reducir la velocidad de un motor, se recomienda atender a la relación de reducción que mejor corresponda a cada aplicación. La relación de reducción se basa en la velocidad de rotación del motor y se utiliza para determinar la velocidad de rotación de salida. Los fabricantes también incluyen esta información en las fichas de los productos. Se expresa en revoluciones por minuto.
Habrá que considerar también el tipo de montaje del reductor. Los ejes de entrada y salida del reductor pueden ser coaxiales, paralelos u ortogonales. Esto dependerá del tipo de aplicación.
Por último el tipo de aplicación y el tiempo de trabajo en régimen continuo es muy importante considerar y establecer el valor correcto en base al “factor de servicio” (FS).