Dosificar productos corrosivos es siempre un desafío. Muchas tecnologías no pueden proporcionar soluciones seguras para este tipo de aplicaciones.
Las bombas de cavidad progresiva tienen numerosas partes metálicas en contacto con el producto, lo que hace que sea muy difícil y costoso hacer una versión resistente a la corrosión.
Además, las bombas de dosificación de diafragma tienen problemas en aplicaciones de alta succión (tanques de doble pared), en aplicaciones con productos que generan gases, como el hipoclorito de sodio, o con productos que cristalizan, como la soda cáustica.
Las bombas peristálticas solo tienen 2 elementos en contacto con el fluido: la manguera y las conexiones, lo que facilita la búsqueda de elementos químicamente compatibles. Al no tener válvulas, una alta capacidad de succión y la capacidad de bombear gases, son ideales para aplicaciones en las que las bombas dosificadoras encuentran problemas (productos que generan gases, productos que cristalizan, aplicaciones de alta succión).
En su versión química, la bomba peristáltica incluye los cambios necesarios para producir una unidad totalmente protegida y resistente a ácidos altamente corrosivos y todo tipo de productos químicos difíciles.
Básicamente, la bomba peristáltica consta de:
– Manguera peristáltica.
– Cuerpo de la bomba y revestimiento de la cubierta frontal.
– Conexiones de plástico en polipropileno.
– Detector de fugas de manguera.
– Sellos de labio de bomba y rodillo.
– Rodillos resistentes a la corrosión.
– Drenaje del producto filtrado dentro del cuerpo de la bomba.
Estas especificaciones proporcionan una bomba peristáltica resistente a la corrosión, robusta y resistente a un precio muy competitivo.