Toda edificación que se enmarca en la Ley de Defensa Contra Incendios, es decir de más de 4 pisos o que alberguen más de 25 personas, o proyectos, para la industria, comercio, administración pública o privada. Concentración de público, salud, educación, culto, almacenamiento y expendio de combustibles e inflamables, depósitos y expendio de explosivos y gas licuado de petróleo, edificios administrativos vehículos, hospitales, asilos, talleres, etc. Deben construirse, equiparse, utilizarse y mantenerse en tal forma que reduzcan al mínimo el riesgo de INCENDIO, el de explosión, el riesgo interno y especialmente el riesgo a personas.
Por ejemplo, una bomba contra incendio es la maquinaria que sirve para extraer, elevar y responsable de suministrar la presión de agua adecuada a las tuberías y rociadores encargados de controlar o contener un incendio. Las bombas contra incendio desempeñan un papel fundamental en la protección contra incendios, salvando innumerables vidas y propiedades de la destrucción.
Las instalaciones para el sistema de bombas de incendios se realizarán en línea directa e independiente desde el tablero principal de servicios generales. Toda tubería que no está empotrada debe ser identificada de acuerdo al código establecido en la norma NTE INEN 440.
Entre los objetivos de estos sistemas se encuentran:
- Evitar la propagación del fuego y gases tóxicos
- Salvaguardar la vida de las personas asegurando su evacuación
- Facilitar el acceso y labores de extinción del personal de bomberos
- Proteger la estructura del proyecto o edificación
- Conseguir que las actividades del edificio puedan reanudarse lo antes posible
Por lo tanto, es importante una evaluación de riesgo y una implementación correcta siguiendo las normas indicadas en la ley es la mejor prevención para conseguir una protección adecuada de un establecimiento.