Los sistemas contra incendios están compuestos de una bomba centrífuga y su impulsor que gira dentro de la carcasa. Este sistema es accionado con un motor que hace girar el impulsor, convirtiendo así la energía cinética en energía de presión. Estas bombas requieren del agua a la entrada de succión.
La manera en cómo se convierte en energía, varía según el tipo de bomba. Las principales a considerar son las de flujo radial y de flujo mixto. Pero la que más se utiliza es la de caracol de doble aspiración, de eje horizontal de una etapa.
Para proporcionar alta presión, se ensamblan dos o más impulsores y carcasas en un eje como una sola unidad formando una bomba de etapas múltiples. La calificación de la presión es la suma de las calificaciones de presión de las etapas individuales, menos una pequeña pérdida.
La presión que puede generar la bomba centrífuga del sistema contra incendios, se base en la velocidad del motor, el diámetro del ojo y la altura de los álabes del impulsor.
Para una bomba horizontal de carcasa partida, las alturas individuales se miden en la brida de la descarga y en la brida de succión. Si las bridas tienen los mismos diámetros, no habrá diferencia entre la velocidad entrante y la saliente.
Cuando se propongan cambios de instalación de la bomba del sistema contra incendios, se deben aplicar las leyes de afinidad. Estas leyes permiten a los fabricantes utilizar una misma bomba para caudales nominales diferentes. El problema principal en estos cambios estaría en que al crearse una mayor velocidad de la demanda de energía, se provocaría una mayor presión de descarga.
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