Una bomba que está diseñada para usar desplazamiento positivo para apretar un tubo o manguera a prueba de fugas, forzando el fluido bombeado a través de la manguera. Es uno de los pocos tipos de bombas en las que el fluido que se transporta no entra en contacto directo con ninguna parte del mecanismo de bombeo. Esto lo hace ideal para bombear fluidos que necesitan ser estériles o no deben filtrarse al medio ambiente.
Las bombas peristálticas generalmente funcionan dentro de los siguientes rangos:
La velocidad de flujo oscila entre .2 y 200 gpm
La carga total (presión) oscila entre 10 y 250 psi
Los caballos de fuerza oscilan entre 0.125 y 40 hp
¿Cómo trabajan?
Hay dos partes principales dentro de la bomba:
la manguera y el rotor.
La manguera, que debe estar hecha de un material resistente y resistente a los químicos que no permita fugas de aire o líquido, corre a lo largo de la pared exterior dentro de la cámara de la bomba circular.
El rotor se encuentra en el medio de la cámara de la bomba y se mueve en un movimiento circular. A medida que el rotor gira, los rodillos o zapatas que están unidos al rotor comprimen la manguera, forzando así el fluido hacia la salida de la bomba mientras crean un vacío que atrae más fluido hacia la entrada de la bomba. La mayoría de las bombas peristálticas funcionan con electricidad.
Dependiendo del tamaño de la bomba y del método que se utiliza para apretar la manguera, puede haber aceite dentro de la cámara de la bomba para lubricar el exterior de la manguera a medida que se aprieta.
La selección del tipo y material de manguera correctos es el aspecto más crítico de la aplicación adecuada de las bombas peristálticas. La manguera debe ser del material correcto para que no se corroa ni se desgaste prematuramente al apretarla, lo que podría causar una fuga en la manguera. Normalmente, la manguera se puede reemplazar cuando está desgastada.
¿Dónde se usan?
Las bombas peristálticas se usan en aplicaciones donde no se pueden producir fugas del fluido bombeado, o donde los fluidos son agresivos o potencialmente peligrosos. Se utilizan en algunas aplicaciones de medición química, como bombear cloro para la desinfección de piscinas, así como en una variedad de aplicaciones médicas, como bombas IV y máquinas de diálisis. Las bombas peristálticas también se utilizan en aplicaciones industriales y municipales que involucran líquidos corrosivos y abrasivos. Son útiles en la investigación científica que maneja fluidos higiénicos o volátiles, y se usan en tamaños más pequeños para aplicaciones como bombear tinta en impresoras multicolores de tamaño comercial.