La producción industrial requiere el uso de maquinaria cada vez más rápida y eficiente. En el sector alimentario, esto significa contar con tecnologías confiables, capaces de operar en grandes líneas de ciclo continuo. Entre las máquinas en las líneas de la industria alimentaria, las bombas dosificadoras son a menudo las más sofisticadas y sujetas a la evolución tecnológica. Estas máquinas permiten la dosificación precisa de productos alimenticios en recipientes y recipientes de diferentes formas, materiales y tamaños.
Los principales parámetros para elegir una bomba dosificadora son tres: el tipo de alimento a tratar, el volumen del contenedor, la velocidad de la línea de producción (producción por hora). Según estas tres variables, el mercado ofrece diferentes máquinas. Sin embargo, en general, las modernas bombas dosificadoras están equipadas con un control electrónico, lo que simplifica el procedimiento para establecer los parámetros y le permite automatizar todo el proceso de dosificación. Precisamente por este motivo, las bombas dosificadoras no requieren que una persona esté siempre a cargo del control: solo configure los parámetros de dosificación y el ciclo de lavado de la máquina y elija el tamaño del recipiente. La máquina hará el resto, ajustando la velocidad de la cinta transportadora, el número de dosis, la altura y la velocidad de ejecución de la operación.
También debe decirse que la mayoría de las máquinas ahora diseñadas por empresas del sector pueden trabajar con múltiples tipos de productos y contenedores, desde frascos de vidrio hasta frascos de plástico. En todos los casos, el manejo de los alimentos es mínimo: en esencia, todas las cualidades del producto (forma, color y peso) no sufren variaciones de ningún tipo.